Imagínate que dentro de cinco años
nos encontramos
en alguna calle de la ciudad,
entonces te invito a tomar un café
para recordar los viejos tiempos,
para mi buena suerte
encantado aceptas la invitación.
Al pasar las horas,
nos quedamos sin tema de conversación
y sin mucho sentido te confieso
que hace cinco años estuve loco por ti,
y peor aún,
tú me confieses
que me hubieses dado una oportunidad
o las que hicieran falta.
Creo que sería un escenario uy triste.
¿Y si tomamos el café de una vez?
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Veeeeenga, seguro que te encanta la entrada de hoy :D