sábado, 16 de noviembre de 2013
Si el plan no funciona, cambia el plan, pero no cambies la meta.
Ahora que los días van siendo cada vez más cortos y el frío ya está llamando de nuevo a nuestra puerta me paro a pensar, y aunque probablemente éste no haya sido el mejor verano de mi vida sí que ha sido el que más me ha hecho aprender. De hecho he aprendido que las personas van y vienen de tu vida, que hay que saber quién merece tu confianza y quien no, que los para siempre suelen convertirse en un "para un tiempo". De igual forma, me he dado cuenta que la vida puede cambiarte en un instante con una simple decisión, que no es bueno acostumbrarse a nada y que no hay que obligar a nadie a permanecer en tu vida. Las cosas, las personas, los sentimientos cambian pero lo que está destinado a ser de una forma tarde o temprano lo será. Sólo espero poner en práctica en esta nueva etapa de mi vida todo lo que en este tiempo he ido aprendiendo, y sobre todo espero no equivocarme ni en cuanto a decisiones ni en cuanto a personas.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Veeeeenga, seguro que te encanta la entrada de hoy :D