lunes, 29 de abril de 2013
Sonreír no siempre significa ser feliz, muchas veces significa ser fuerte
Perdoné errores casi imperdonables. Intenté sustituir personas insustituibles y olvidar personas inolvidables. Me decepcioné de personas que pensaba que nunca me decepcionarían. Sonreí cuando no podía. Hice amigos eternos. Lloré escuchando música y viendo fotos. Llamé solo para escuchar una voz. Pensé que me moría de tanta tristeza. Tuve miedo de perder a alguien especial. ¡Pero sobreviví! ¡Y todavía sigo vivo! Aprendí que a veces el que arriesga no pierde nada, y que perdiendo también se gana.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Veeeeenga, seguro que te encanta la entrada de hoy :D