Perdón por querer hablarte constantemente.
Perdón por ponerme triste cuando tardas en responder.
Perdón si a veces digo cosas que hartan.
Perdón si a veces me vuelvo insoportable.
Perdón si no me quieres hablar tanto como yo te quiero hablar a ti.
Perdón por pensar mucho en ti.
Perdón si te cuento mis dramas sin sentido cuando a ti en realidad no te interesan.
Perdón si me vuelvo molesta.
Sólo soy yo, echándote de menos.
(y tirando mi orgullo por un precipicio)
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Veeeeenga, seguro que te encanta la entrada de hoy :D