Ten en cuenta que dejar ir también es dejar entrar. Hacer espacio para algo nuevo siempre es difícil, sobre todo durante el proceso, pero vale la pena.
Permítete estar triste y lamentar la pérdida de lo que estás soltando. No puedes curar lo que no te permites sentir.
Pregúntate: ¿Lo que estoy sosteniendo, también me sostiene a mi? Respóndete con sinceridad.
Pregúntate: ¿Por qué sigo soportando un vínculo difícil? ¿Realmente es por cariño, amor o sólo es por costumbre?
Libérate de la culpa. Las cosas sucedieron como tenían que suceder y si es momento de liberar algo, trabaja para hacerlo.
Recuerda: Las relaciones no necesitan durar para siempre para cumplir su propósito. Algunas personas solo nos acompañan una parte de nuestro camino.
A veces, el único cierre que obtendrás es aceptar que el pasado no se puede cambiar, y eso está bien. Confía.
Recuerda: Está bien dejar atrás a algunas personas, lugares y cosas. Está bien que ellos también te dejen ir.
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Veeeeenga, seguro que te encanta la entrada de hoy :D